Un huracan invertido arrasando con montañas
un cumulo de llantos devorando sus entrañas
En su exterior el que hacer cotidiano
refleja normalidad y disimula todo el daño
En su interior tempestades imponentes
que en su pecho deambulan insistentes
Una vida de engaños
dolor, pasiones, amor y desengaños
Rechazado y aceptado
pisoteado y exaltado
Un balance emocional
que se torna desigual
Quien diria solo al verle
que en su pecho solo arden
tempestades, marejadas
de pasiones insaciables
Y al final de cada dia
la apariencia y la sonriza
disimulan su dolor
revolviendose en la briza
